domingo, 23 de septiembre de 2018

Cine rumano

UNA NUEVA EXPERIENCIA CINEMATOGRÁFICA
Septiembre 2018, comienza la temporada de la Filmoteca de Albacete con una muestra del cine rumano. Se proyectan cuatro obras maestras, películas emblemáticas, cuyo objetivo es dar a conocer la cultura rumana, a través del cine, en el año en que se celebra el centenario de la Gran Unión de Rumanía como estado moderno. Tras la Primera Guerra Mundial en 1918, se incorporan a la “Gran Rumanía” las provincias históricas de Transilvania, Besarabia, Bucovina y otras minorías. Antes de este momento, el cine y en general la cultura rumana estaba ausente del mapa de Europa, ya desde 1965 en que el poder estaba en manos de Ceausescu. La censura, las consignas del partido comunista y el correspondiente contenido crítico está presente en todas ellas, sobre todo en las producidas antes del año 2000 en que el “nuevo cine rumano” da un notable giro hacia la modernidad. Asimismo es llamativo el realismo trágico con que se relatan hechos terribles que producen fuerte pesadumbre en el espectador.
Responsables de esta iniciativa son la Embajada de Rumanía, el Consulado Honorario de Albacete, la Filmoteca, el Instituto de Cultura Rumano, y la colaboración con Dacin Sara, la Sociedad de  Gestión de Derechos de Autor de los Cineastas de Rumanía.

1ª películaEl resto es silencio (Restul e tăcere), 2007. 140’. Dir.: Nae Caranfil. Comedia-Drama. V.O.S. (Ganadora de 9 premios GOPO del cine rumano, incluyendo mejor película, seleccionada por Rumanía  para los Oscars). Es la más moderna de todas las presentadas.
Se sitúa la historia en el Bucarest de 1911, cuando el cine, “sombras móviles” como lo denomina una de las protagonistas, busca su sitio en el ocio social, ocupado solo por el teatro. Es en ese punto cuando un joven y talentoso director de cine, Grigore Ursache, hijo de la estrella del teatro en ese momento que se enfrenta a esta realidad, busca un mecenas para hacer una película reconstruyendo la guerra entre rumanos y turcos, que dio la independencia de Rumanía en 1877. Cuenta la historia del primer largometraje de la historia rumana, en un juego del cine dentro del cine.
Es una película muy interesante que reflexiona sobre los límites entre el teatro y la aparición del cine. En ella hay numerosos y variados recursos fílmicos como por ejemplo una secuencia narrativa en que relata un largo espacio temporal mediante viñetas de dibujos. Los constantes giros en la historia la enriquecen extraordinariamente, así como la banda sonora. El desenlace es sorprendente, tanto como el propio desarrollo temático en que se pone de relieve la idea de que la búsqueda de la realización de los sueños conduce en muchos ocasiones a la tragedia.
Hay constantes citas y apariciones del personaje de Hamlet, que muere pronunciando las palabras que titulan esta película: “The rest is silence” que hace referencia al desprecio de este mundo de lágrimas (tópico literario) y al descanso merecido después de la lucha de la vida. 
El protagonista es un cineasta que representa la situación de los primeros directores de cine y el concepto de autor, frente al multimillonario extravagante a quien tiene que pedir financiación de su proyecto sobre la Guerra de la Independencia de Rumanía

2ª película: La reconstrucción (Reconstituirea), 1968. 100’. Drama. Dir.: Lucian  Pintilie.
Dos jóvenes estudiantes, en una borrachera de celebración,  golpean al propietario de un bar, se pelean, ocasionan desperfectos, etc. Regresan allí para hacer la reconstrucción del delito, con un policía (convertido en director de los actores), un procurador (juez), un profesor y un equipo de grabación. Les obligan a filmar una película, con fines educativos, sobre los efectos del alcohol para quedar libres de cargos. 
La película está basada en una novela de los años 50, de Horia Patrascu que, con su contenido crítico retrataba el régimen comunista. En 1968 cuando apareció la película, aunque era un momento de liberalización del régimen del gobierno de Ceausescu (ya tres años en el poder), la cinta fue censurada y retirada de los cines y su director tuvo que exiliarse. 
Hay curiosas escenas del cine dentro del cine en las que se repiten secuencias, una y otra vez, como la de uno de los jóvenes que clava varias veces su cara en el barro después de ser golpeado por su amigo. Este recurso nos permite ver también lo que no se graba. Es clara la referencia crítica a la degradación del individuo por el régimen, la rigidez de un régimen deshumanizado. A veces resulta un reiterativo bucle que da lugar a un desarrollo lento, con extravagantes comportamientos. La película que graban los jóvenes, obligados para conmutar su pena, pretende ser una película de reeducación social que llevarán por todos los centros educativos para mostrar las consecuencias del exceso de alcohol en los jóvenes.
Destaca la especial relevancia del sentido del oído. Son constantes los chirriantes ruidos como el claxon que se estropea en el jeep, la sirena de la ambulancia, el tren que pasa continuamente con su traqueteo, la música de la radio de la chica, el volumen de la televisión del bar (fútbol, música…), el graznido de las ocas, el agua de la presa, etc.

3ª película: Secuencias (Secvente), 1982. 98’. Dir. Alexandru Tatos. Drama.
Recopilación de tres historias diferentes vinculadas por la grabación de una película. La vida de un equipo de rodaje, los extras, con el fondo de la represión comunista y la tortura, sustenta esta película cuya trama va subiendo de intensidad según se desenvuelven las historias. 
El cine dentro del cine la une a las dos anteriores proyecciones. El contenido crítico vuelve a estar presente, en general y concretad en casos como el de dos de los extras, que coinciden sentados en una mesa de un salón que es escenario de una de las escenas, y se reconocen como un antiguo verdugo y un torturado por él y hablan de ello fingiendo, mientras los graban, una conversación amable.

4ª película: Hotel de lux(Luxury Hotel) 1992. 105’. Dir.: Dan Pita.  Drama.
Ganó el León de Plata en el 49º Festival de Cine de Venecia, a Mejor Director.
En torno al personaje de un empleado que asciende a director pero que sufre la penalización de todas sus iniciativas de renovación, transcurre esta delirante historia que pone de relieve los distintos niveles sociales, las relaciones humanas y todo un entramado de mentiras, trampas, represión, etc. De nuevo está de fondo la sátira de la vida rumana bajo el régimen comunista, narrado con extraordinaria dureza neorrealista. 
El hotel es una alegoría del país (Rumanía) con sus estratos sociales y con un líder, el “patrón” poder supremo, en la dictadura bajo Ceausescu. En un ambiente opresivo en el que la sociedad se clasifica en distintos niveles en un hotel, el núcleo que hila todo es el personaje de Alex, promocionado a gerente de hotel y después degradado porque no ha asumido su principal responsabilidad: no tomar iniciativas.
Es una película difícil, de escenarios  de pesadilla (pasillos llenos de muertos con el pijama judío, sótanos que acumulan cuerpos desnudos, carreritas militares de los trabajadores, escenarios cerrados con puertas, rejas, perros…, ambientes oscuros de hambre y miseria, denuncias y delaciones, torturas, acusaciones infundadas, humillaciones, manipulaciones de la religión, etc. Es un sistema opresivo organizado, en el que todos los clientes del hotel han de comer lo mismo, las órdenes se dan por megafonía, el gerente se acerca al patrón de rodillas a lo largo de una larga alfombra roja… 

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