jueves, 30 de mayo de 2013

Savater. Los invitados de la princesa


Los invitados de la princesa


El Premio Primavera de Novela 2012 nos regaló Los invitados de la princesa, novela de Fernando Savater editada por Espasa Calpe, merecedora de que el jurado la justipreciara como “una gran parodia realizada con mucha inteligencia (…) una gran metáfora del mundo real”.
Con gran ironía, Savater reúne a un grupo de curiosos e insólitos personajes, seleccionados entre destacadas personalidades internacionales de todos los campos del arte y del saber, invitados por la presidenta -a quien nombran como “la princesa”- de la isla, en torno a un Congreso que con el nombre “Festín de la Cultura”, se va a celebrar en la isla Santa Clara, famosa por el arte culinario de sus cocineros a quienes ubica en la “exquisita élite mundial de la gastronomía”. De esta habilidad se hace gala, festejando cada día de la semana una original celebración: Jornada Mundial del Bacalao, Boda del Ajo y la Cebolla, Jubileo del Chuletón de Buey, Exaltación del Cochino Autóctono, Día del Chateaubriand.
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domingo, 26 de mayo de 2013

Pessoa, siempre Pessoa

Onda que, enrolada, tornas,

Onda que, enrolada, tornas,
Pequena, ao mar que te trouxe
E ao recuar te transtornas
Como se o mar nada fosse,
Porque é que levas contigo
Só a tua cessação,
E, ao voltar ao mar antigo,
Não levas meu coração?
Há tanto tempo que o tenho
Que me pesa de o sentir.
Leva-o no som sem tamanho
Com que te oiço fugir!

Foto: María Rodrigues

jueves, 23 de mayo de 2013

Recordando a Moustaki

El dia 3 de mayo de 1934 nace en Alejandría Georges Moustaki, cantante y compositor que marcó una parte importante de la vida de los jóvenes de los años 70. El día 23 de mayo fallece en Niza con 79 años. Ha muerto una leyenda de la canción, un hombre que reunía en sí mismo raices griegas, italianas y judías. Marina Rossell expresa su dolor con el mejor piropo que un hombre puede recibir: "Es como si se hubiera vuelto a quemar una parte de la biblioteca de Alejandría".
He aquí dos temas que forman parte de nuestra educación sentimental, aquella que aprendíamos en las canciones.

lunes, 20 de mayo de 2013

El molino y la cruz

El azar, que últimamente me acompaña con su cara más amable, me condujo ayer a la proyección de una especial película, polaca, del 2011: "El molino y la cruz", del director Lech Majewski, una película catalogada con una breve descripción: "visualmente subyugante"


Reelabora en lenguaje cinematográfico "El camino del calvario", un cuadro del pintor belga Pieter Brueghel el Viejo, quien interpreta la pasión de Cristo en Flandes, en el momento (1564) en que los españoles ocupaban la región y cometían todo tipo de desmanes, amparados tras la Inquisición. Muchas de las escenas son impactantes.

Con el molino en lo alto de un gran montículo rocoso, y la cruz, abajo en la ladera verde, las escenas reúnen a los jinetes españoles con casaca roja y a los habitantes de la zona en un paisaje popular, cargándose de  un significado profundo.
Pero lo más atractivo de la película es la mirada. Rutger Hauer, el actor que encarna el personaje de Brueghel, pinta su cuadro de manera tan convincente, que en algunos momentos, no sabes si los personajes de carne y hueso se van a quedar petrificados como personajes pintados, o si los personajes pintados van a comenzar a moverse. Cada primer plano, además, tiene toda la caracterización de un cuadro, plasmando en primer término al personaje, y al fondo, con gran profundidad, una paisaje en suaves colores pictóricos. 
Es el lenguaje del pintor, traspasando la pantalla y creciendo con la conjunción con el lenguaje fílmico.

Comparto el tráiler y las fotos, magníficamente seleccionadas, de la página
http://www.surtseyfilms.es/peliculas/el-molino-y-la-cruz/

Trailer_____________________________________________________________________________

Fotos_____________________________________________________________________________
Ficha artística______________________________________________



domingo, 19 de mayo de 2013

Mercado medieval en Albacete. VII edición


Es el VII Mercado Medieval celebrado en la ciudad de Albacete, una atractiva recreación histórica que ha conseguido, una vez más, una gran afluencia de público, a pesar de las inclemencias del tiempo.
Estandartes y banderolas engalanan el mercadillo
Una amplia colección de personajes constituyen esta recreación de la sociedad medieval:
Músicos

Músico

El matasanos y su ayudante Avelina

Cómicos

El panadero

El guerrero

Taberna

Taberna

Las damas

El duende Froilán

Cetrero

Taberna

Cetrería

La doncella

El juglar Crispín d' Olot
Comerciante



sábado, 18 de mayo de 2013

ESPERPENTOS DIARIOS. 11. Uno de viajes en tren

Una amarga historia.
Los trenes de hoy ya no son como los de antes. Entre la película que exhiben pantallas que cuelgan del techo, con su consiguiente aislamiento en forma de auriculares individuales, y los móviles que son una extensión natural de las extremidades humanas, nadie conversa como antes en los compartimentos de aquellos ralentizados trenes, en los que, frente a frente, los viajeros pasaban largas horas, compartían sus viandas, e intercambiaban todo tipo de confidencias. Tal vez pensaban mirando a su interlocutor: "puedo contarte cualquier cosa, porque ni te conozco ni te volveré a ver".
Pero a veces, esporádicamente, por una extraña razón, surge la conversación en estos deshumanizados trenes actuales, una conversación inevitable, como ocurrió la otra tarde. Iba yo de viaje hacia un lugar de la costa mediterránea, cuando un fuerte golpe frenó el tren casi en seco, lanzándonos peligrosamente hacia el asiento delantero. Alguien había activado la emergencia, a pesar de las amenazas de penalización por ello. No debía ser un acto banal pues. Una puerta abierta del tren, mostrando la dureza de la tierra reseca, junto a las vías, alertó nuestra conciencia. Enseguida corrió como la pólvora, entre viajeros asustados por lo inesperado e inexplicable del caso, la noticia: una mujer se había arrojado a la vía.
Otra, que antes viajaba a su lado, temblaba nerviosa, porque las confidencias de la desaparecida habían destapado el drama de una mujer que, profundamente enamorada, había sufrido el desengaño definitivo de su amante. Mientras él le daba generosas pruebas de su amor, desatada la lengua por los efectos liberadores del alcohol, parece ser que le dijo: "Te lo debía. Te lo tenía que decir. Hay una chica que está enamoradísima de mí. Ahora ¿entiendes lo que significan mis últimos poemas?", porque el tipo debía ser uno de esos contadores de sílabas de recalcitrante rima, que seguramente oculta su incapacidad de desarrollar sentimientos auténticos, y una vez desinhibido, dejaba salir su tendencia natural perversa. 
Lo que entendió esta mujer es que él no amaba a nadie más que a sí mismo, y de rebote creía amar solo a aquellas que mostraban cierta inclinación a su arte de seducción, un Valmont cualquiera, que practicaba con ingenio el arte de embaucar a las emocionalmente simples, débiles o frágiles. Y sintió que un agudo puñal se clavaba en su nuca, la descabellaba literalmente, era el remate definitivo de una tóxica relación. Más aún cuando en tres sucesivas ocasiones, sintiéndose morir, le demandó ayuda, y él, según contó la mujer, guardó un delator silencio. No pudo digerir su dolor y después de abrir su alma a una desconocida, que no captó como una despedida el alcance de la confesión del dolor en sus palabras, se lanzó al vacío desde el tren, sin que nadie pudiera evitarlo.
La historia me ha impresionado, tanto por la fidelidad de ella como por la bajeza de él. Que conste que tardaré una buena temporada antes de coger otro tren. Yo también tengo el corazón quebrantado.

viernes, 17 de mayo de 2013

La Beatlemanía vuelve con The Cavern

Desde Liverpool, The Beatles han regresado encarnados en The Cavern.
Un déjà vu, es la experiencia que viví la noche del 14 de mayo en el espectáculo del grupo musical  The Cavern, quienes toman el nombre del mismo lugar donde nacieron The Beatles. Es curiosa la semejanza lograda en la fisonomía, la idéntica indumentaria, la fidelidad del sonido sesentero, los instrumentos y sistemas de amplificación -réplicas de los auténticos-, y según parece, incluso las mismas cuerdas que utilizaba el grupo. Una puesta en escena perfecta.  
Con todo ello da la sensación de que el tiempo ha hecho un bucle y volvemos a vivir tiempos ya vividos antes. 
Vemos a los Beatles y escuchamos sus canciones y algo por dentro se remueve desde el mismo momento en que aparecen las siluetas recortadas en el fondo azul del escenario, y más aun cuando observas detalles, casi olvidados, como a Paul Mc Cartney tocando la guitarra con su mano izquierda, o a John Lennon dando pataditas al aire. 
Algo contagioso ocurre en el patio de butacas: la gente se pone en pie, bailamos como si estuviésemos asistiendo a uno de nuestros primeros guateques, suben a toda velocidad las endorfinas, e incluso las feromonas y en una especie de celebración colectiva, todo el mundo se exalta y contagia de  alegría. Volvemos a sentirnos jóvenes. La euforia de la sala es increíble; mi acompañante me mira, desde el azul de sus ojos, sonriente,  percibo como se eriza su barba entrecana. 
El néctar de los dioses, un Ribera del Duero, pone punto final a tan especial velada.