domingo, 20 de noviembre de 2016

ESPERPENTOS DIARIOS. 19. Zapaterías en expansión

Primero fueron las ópticas, después las panaderías, las taperías, los gastro-cafés, más tarde las clínicas dentales y la empresas de telefonía móvil e internet. Hoy, que tanto se habla de "emprendedores", todos han coincidido en emprender negocios de calzados. Desde la puerta de mi casa, en un radio de unos cien -o ciento cincuenta metros, por citar las más alejadas-, acabamos  de estrenar nueve negocios de zapatos, la mitad son zapatos caros, la otra mitad son zapatos de precios más asequibles. Hay zapatos para todos, no sé si hay clientes para todas las tiendas.
Yo no hago mas que mirar a los pies de los paseantes y no veo que todos estrenen a menudo. Recuerdo mi armario de jovencita, con unos cuantos de pares de zapatos -número limitado sin duda- y miro ahora cómo cajas y cajas de zapatos invaden mis armarios inútilmente, y digo inútilmente porque luego voy siempre con los tres modelos que me parecen muy cómodos. El resto espera, pacientemente en sus cajas, a que yo encuentre el evento en el que los saque de su aislamiento. 
Y no soy fetichista, creo que tengo los justos, y esos ya son un número excesivo, me parece; tengo amigas, todas tenemos amigas, que coleccionan zapatos, tantos que su número alcanza con creces los dos ceros.
Seguro que los emprendedores de mi barrio tienen una buena idea, innovadora y original, son capaces de gestionarla, tienen seguridad en sus previsiones de financiación, pero no sé si no han olvidado usar un mapa de la ciudad y un listado de los negocios de su barrio.
¡Que tengan suerte en su aventura!