Octubre marca el
camino,
que anuncia un
invierno duro.
La nieve
blanquea un alma,
tintada en sombrío oscuro.
Un café corto,
muy corto,
abriga y calma
un suspiro.
Lo tomo con mis
fantasmas
que, es cierto,
aún no se han ido.
Doblado mi corazón,
después de muy bien lavado
y almidonado, reposa
en un hueco de mi armario.
Late sin prisa, tranquilo,
sin que la muerte le alcance.
Sin dar alcance a la muerte,
late rápido, imparable.
Me aparto de
lestrigones
de sentimientos amargos
y disfruto del perfume
que mi olfato ha conservado.
Y a ratos leo un
poema,
que pudiera
haber escrito:
mi sentimiento
refleja.
Ahí está, tan
sencillo…
Lady Godiva
“Octubre”
“Octubre”
Estaba echado yo en la tierra, enfrente
del infinito campo de Castilla,
que el otoño envolvía en la amarilla
dulzura de su claro sol poniente.
Lento, el arado, paralelamente
abría el haza oscura, y la sencilla
mano abierta dejaba la semilla
en su entraña partida honradamente.
Pensé arrancarme el corazón, y echarlo,
pleno de su sentir alto y profundo,
al ancho surco del terruño tierno;
a ver si con romperlo y con sembrarlo,
la primavera le mostraba al mundo
el árbol puro del amor eterno.
Juan Ramón
Jiménez
1 comentario:
Comparto tus sentimientos.
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