Mucho se ha escrito sobre
esta recién publicada novela, mucho ha dicho de ella su propio autor, Javier Marías y por tanto poco nuevo
queda por añadir, solo destacar, sin desvelar ningún detalle del impacto de los giros argumentales, lo más interesante de ella.
Es la novela de la espera de
su marido por una mujer, Berta Isla (ya desde su apellido se caracteriza su
soledad, su aislamiento), que desconoce por qué desaparece de casa de manera
intermitente, tan a menudo y tan largo
tiempo, en cada ocasión mayor que en la anterior, para después reaparecer. Es
una misteriosa ocupación la que reclama a Tomás Nevinson en estas salidas, una
ocupación que es el trasfondo de la novela pero de la cual apenas se sabe nada
más porque nada puede desvelar el personaje a su esposa; por esta razón no se
puede afirmar exactamente que sea una novela de espionaje.
Es muy interesante la trama,
llena de sorpresas y de giros argumentales inesperados e impactantes cada uno
de ellos, que atrapan la atención del lector. Una mentira inicial da un vuelco
total a la vida de los dos personajes principales, el matrimonio Berta-Tomás.
Las digresiones reflexivas,
habitualmente extensas (sobre la
identidad, la imposibilidad de conocer al prójimo, los secretos, la traición,
el matrimonio, lo que no sabemos ni podemos conocer, lo que es pero no es, etc.),
que el autor pone en boca del personaje-narrador conecta con anteriores
novelas, retratando las obsesiones, el universo intelectual y sentimental de
Javier Marías. Plantean constante y reiteradamente un dilema moral.
Al final del libro hay una
interesante reflexión sobre el núcleo argumental: mientras existe la espera,
todo es posible, todas las vías están sin definir, pero cuando las esperas
terminan, bien porque llega lo esperado o
bien porque se abandona la esperanza de que llegue, en cierto sentido se
añora la espera, aunque hubiera sido larga y desesperante, porque en ella todo era
posible.
J. Marías destaca como
inspiradoras La Odisea de Homero,
“Ulises es el primer desaparecido de la Historia de la Literatura”, Enrique V de Shakespeare, El coronel Chabert de Balzac o Historia
de dos ciudades de Charles Dickens. Son el germen de la novela, la
tradición literaria de los desaparecidos que a veces reaparecen, a veces
vuelven o no, el que vuelve puede ser un impostor (ha pasado tanto tiempo que s e convierte en un desconocido), y siempre es la mujer la que espera, como Berta
Isla.
Terminaré recogiendo las
palabras de quienes han ahondado en la lectura de esta novela:
- “Berta Isla es una de las más
complejas y atrevidas novelas del autor y, sin duda, la más inquietante y
desolada”. José Carlos Mainer, Babelia.
- “Independientemente
de nuestras expectativas, al leer elegimos pasar tiempo en compañía de un
autor. En el caso de Javier Marías, se trata de una buena decisión: su
mente es profunda, aguda, a veces turbadora, a veces hilarante y siempre
inteligente” Eduard St Aubyn, The New York Times Book Review.
- “Hechizante
… evoca a creadores de acertijos como Borges, y las tramas de Marías,
ingeniosas como jugadas de ajedrez, traen a la mente al gran maestro
estratega del siglo XX, Vladimir Nabokov. (Los Angeles Times)
- “Una mujer hecha de resistencia, insomnio y preguntas, casi Penélope. Y entre medias, una trama de intensidades (…), con reverberaciones liricas, luminosa de personajes en penumbra y bien armada.” (Antonio Lucas, El Mundo)
- "El estilo de Marías tiene una sintaxis heterodoxa y chocante, parece imitar el balbuceo mental que somos dentro. Como si reprodujese el tapiz del lenguaje por el revés, con sus nudos y groseros pespuntes. Pero así resalta más eficazmente el misterio y a la par a sencillez de la trama hasta la fascinación cómplice del lector. O lo pillas o no, como los buenos chistes: no se puede explicar." Fernando Savater, El País.
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