Premio de Poesía “Elías López Roldán”
El día 12 de septiembre se celebra, en la
sede del Ateneo de Albacete, el acto de entrega de la Segunda Edición del
Premio de Poesía “Elías López Roldán” (organizado en recuerdo al Vicepresidente y Vocal de Cultura del Ateneo albacetense, buen profesional y mejor persona).
Resultó premiado el poemario titulado
“Cuaderno de Holanda” de José Luis García Herrera (de Esplugues de Llobregat),
que desde 1990 ha reunido una importante colección de premios que jalonan su
trayectoria poética.
El jurado, encabezado por la presidenta Dª
Carmina Belmonte Useros, reconoció por unanimidad, la extraordinaria calidad
del poemario, su fuerza y lirismo, seleccionado entre otros muchos que coincidían en esta 2ª edición
en su notable altura poética.
En la entrega del Premio intervino Dª Mª Antonia Sanabria Hernández quien, fundamentando el valor del premiado con
una magnífica crítica literaria, presentó al numeroso público asistente el
poemario. Destacó la sensibilidad literaria del poeta. García Herrera, con la excusa de ofrecer un libro de viajes, desnuda su alma al mismo tiempo que detalla
y se proyecta en cada rincón del lugar visitado, pletórico de vida en su poesía. No es este libro el primero que escribe en este sentido; Cuaderno de Britania por ejemplo evoca sus visitas a Inglaterra. Su trabajo le facilita objetivamente estos viajes, su espíritu de poeta los convierte en bellas piezas literarias.
Cuaderno de Holanda está estructurado
en cuatro bloques, escritos en verso libre que otorga fluidez a la expresión : 1. En el laberinto de Ámsterdam”, 2. “Cafés y Fotografías”, 3. “Huellas en la bruma”, 4. “Tierras de agua”.
Sintiéndose a sí mismo como un extraño en
Leidseplein (Amsterdam), surgen sus
versos reflexivos: “Un extraño es un hombre perdido / en la neblina de sí mismo (…) Un
extraño es un hombre que recorre las calles / malgastando las arcas de su
tiempo (…) Un extraño es un poeta a la deriva de la sangre” (…)
El paso del tiempo, la muerte, el amor, la memoria ("ráfagas de luz a través del túnel de la muerte"), son los temas en los que su poesía incide reiteradamente a través de sus localizaciones temporales que transmiten emociones. Todo lo engloba en el símbolo de la vida: “… por muy mal que
vengan repartidas las cartas, el agua siempre halla una salida para
seguir viajando / al trote sincero que propone la vid”
(en “Tierras de agua”, "La vida es agua que pasa y regresa siempre" (en "Memoria de la lluvia").
Es curioso el juego de palabras que se obtiene a veces de la lectura poética oral. En "Poema en el bolsillo", hay un verso (11) que da lugar a una sustanciosa equivocación. Tras nombrar ese puñado de versos que lleva en el bolsillo el poeta, esas verdades que duda en enseñar para ser juzgadas, "para que otros descubran la fractura de
hielo / que no logro disfrazar tras las
palabras", escuché en su lectura en voz alta la confusión fonética, al leer "descifrar" en lugar de "disfrazar". No lo percibió el poeta, tal vez porque es un verso de ida y vuelta y tal vez contiene ambos sentidos.
Si yo entiendo que el poeta trata de "disfrazar" tras las palabras esa fractura de hielo, interpreto que el poeta trata de modificar su apariencia para que no sea obvia la realidad que se cuela entre los versos. En cambio, si yo entiendo que el poeta trata de "descifrar" con palabras esa fractura de hielo, interpreto que el poeta trata de llegar a comprender o interpretar el significado de esa fractura que fácilmente se ofrece los ojos del lector.
El poeta escribe "disfrazar". Queda dicho.
¡Enhorabuena por Cuaderno de Holanda!
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